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Si viviéramos solo hasta este día
Si viviéramos solo hasta este día
muchos romperían con sus recatos,
y con ello nacerían los besos
que yacen al pie de la cornisa.
Si viviéramos solo hasta este día
el perdón saltaría a la palestra,
la mirada no sería una ofensa
y la distancia no sería excusa.
Si viviéramos solo hasta este día
la muerte dejaría de ser martirio,
y de la vida nos ocuparíamos
sin importar el fin de la alegría.
Si viviéramos solo hasta este día
buscaría albergue en tu delta raso,
frotaría con calma mis mejillas
y esperaría mi ocaso en esa isla.
Cuando la grieta de la muerte se abra
y empiece a filtrarse nuestra sentencia,
si es lunes o domingo, poco importa,
lo que importa es que nadie se haga falta.
Nino Ramos, 27.
Lima, Perú.